En el evento se presentó la Política Pública de Familias del departamento, que busca recuperar el valor de la familia como célula básica de la sociedad cundinamarquesa.
(Cundinamarca, 11 de septiembre de 2018). Durante dos días investigadores, especialistas y defensores de familia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), Red PaPaz, la Gobernación de Cundinamarca y la academia disertaron sobre las realidades y esperanzas de la familia actual en desarrollo del ‘XV Congreso de Ética Teológica, Familia del siglo XXI: realidades y esperanzas’, organizado por las secretarías cundinamarquesas de Desarrollo e Inclusión Social y Planeación, en alianza con la Fundación Universitaria San Alfonso.
También fueron materia de discusión el papel de los padres como primeros educadores, el mundo interior del ser humano, el abordaje psicológico, el desarrollo integral, el fortalecimiento, el alcance pastoral de la segunda exhortación apostólica postsinodal del papa Francisco ‘Amoris Laetitia’ (La alegría del amor), la bioética y las acciones a seguir.
“Sin interesar los cambios que ha tenido el concepto de familia en el tiempo, ésta sigue siendo la estructura más importante de la sociedad en el desarrollo de las relaciones interpersonales. Y es a partir de este núcleo donde se logra que sus integrantes sigan creciendo en ética y valores y los transmiten a sus nuevos hogares. Sin importar el credo que se profese, la religión es una práctica implícita en el desarrollo de las actividades de las familias, permitiendo que los preceptos morales garanticen relaciones armoniosas de comprensión y diálogo”, explicó Hugo Alexander Bermúdez, gerente para la Familia, Infancia y Adolescencia de la Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social de Cundinamarca.
Bermúdez presentó ante los participantes la Política Pública de Familias del departamento, formulada con un enfoque diferencial, desde la diversidad y la pluralidad, mediante la participación de hogares de las 15 provincias y los 116 municipios: familias rurales, víctimas del conflicto, familias urbanas, mineras, diversas, indígenas y afrodescendientes, entre otras.
“Buscamos que una vez formulada la Política Pública de Familia en Cundinamarca, ellas puedan ser atendidas integralmente y se fortalezcan teniendo como objetivo recuperar el valor de la familia como célula básica de la sociedad cundinamarquesa”, dijo.
El encuentro reunió a trabajadores sociales, psicólogos, servidores públicos, sociólogos, médicos, investigadores, docentes, abogados, estudiantes, religiosos, párrocos, catequistas y personal de pastoral social, procedentes de diferentes municipios del departamento, así como de Buga, Pasto y Ocaña, entre otras ciudades.
