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Este 24 de abril, celebración del Día de la Niñez en Cundinamarca

Jugar media hora al día entre padres y madres e hijos refuerza reglas y normas, crea el orden, evita el caos, aumenta el vínculo afectivo, desarrolla la personalidad, la creatividad, los hace emocionalmente maduros y ciudadanos felices.

 

(Cundinamarca, 23 de abril de 2018). A buen ritmo avanzan los preparativos que lidera el gobernador Jorge Rey en su territorio para la celebración del Día de la Niñez, que en este año tiene como protagonista el ringlete, molinillo o estrella de papel que -sujeto a una vara o palo- gira impulsada por el viento.

Una forma de explicar la garantía de derechos que tienen nuestros niños y niñas fue solicitarle a los funcionarios que luego de hacer el ringlete escribieran en una de sus puntas su compromiso con la niñez. Y luego, pedirles a sus hijos, plasmar en otra esquina de la estrella, una propuesta de cómo quieren celebrar ellos su día, idea gestada desde la Secretaría de Educación, como símbolo y medio de comunicación para escuchar la voz de los niños y niñas e instrumento de juego con sus padres”, expresó Juan Carlos Barragán Suárez, secretario de Desarrollo e Inclusión Social de Cundinamarca.

Dar buen ejemplo en casa para garantizar una crianza segura, tejer sueños, trenzar esperanzas, tomar decisiones acertadas, dedicar tiempo, escuchar con amor, enseñar con amor y paciencia, cuidar, amar y dar afecto son algunos de los compromisos de los padres, quienes también plantearon algunas peticiones para los hijos como valorar el esfuerzo y el sacrificio para formarlos y obedecer a tiempo. 

Por su parte, los niños solicitan: no me grites que me lleno de miedos e inseguridad; no me rechaces por mi discapacidad; juguemos en familia a diario; dame la bendición antes de acostarme; apoya lo que hago; no me hagas un hijo adulto antes de tiempo; no me maltrates verbal, psicológica o físicamente; ilumina mi vida; déjame comer más helados y dulces; vamos al parque; juguemos a cosquillas y al fútbol; leamos y cocinemos juntos; acompáñame en cada paso y etapa de mi vida; más sonrisas y menos lágrimas.

Según Barragán Suárez, el Comité de Celebración definió para este año el nombre: ‘Cundinamarca juega al tamaño de los niños, niñas y adolescentes, en construcción de ciudadanía’, basado en la premisa que todo juego debe tener unas reglas básicas para desarrollarse, es decir: todo territorio tiene normas para evitar el caos, donde se crea un orden común, que transferidas a la cotidianeidad permiten la armonía y convivencia de un Estado, con ciudadanos autónomos y felices.

El documento nacional ‘Brújula 2018’, escrito por la Corporación Juego y Niñez -rectora de la Ley 724 de 2001 donde se establece esta celebración en Colombia-, trazó este año que los adultos saquen literalmente ‘su niño interior’, con el fin de autosensibilizarse para recordar lo que sentían al jugar y así apoyar a sus hijos cuando éste les exprese su deseo y anhelo de compartir, reír, divertirse, descansar, recrearse, entretenerse, brincar, corretear, aventurar y  competir, pero no una vez al año, sino diariamente.

‘Brújula 2018’ sugiere cuatro momentos para desarrollar esta estrategia de celebración: 1. Articulación interinstitucional para generar nuevos espacios de juego; 2. Escuchar la voz de los niños sobre lo que quieren; 3. Papel de los adultos en la celebración, y 4. Inclusión de todos los niños (indígenas, afros, venezolanos, víctimas del conflicto, discapacidad, entre otros).

En 1954, la Asamblea General de las Naciones Unidas anunció oficialmente que ‘EL JUEGO ES UN DERECHO FUNDAMENTAL DE TODO SER HUMANO’ y lo ratificó 35 años después (1989), con el concurso de los diferentes países del mundo, por lo cual el gobernador cundinamarqués Jorge Rey hace ingentes esfuerzos desde el Plan de Desarrollo de Cundinamarca ‘Unidos podemos más’ para prevenir y erradicar problemáticas y flagelos como la explotación sexual comercial de niños y adolescentes, el maltrato, trabajo y esclavitud infantil, la exclusión por el color de piel, credo y discapacidad, el analfabetismo, la desnutrición y la pobreza extrema, entre otros.

Más que una celebración anual y homenaje a nuestra niñez, el Día de la Niñez en Cundinamarca es una fecha para que nosotros como directivos, funcionarios, empleados, padres y madres de familia, propiciemos un hogar armónico, donde lo prioritario no sea el ‘dar y tener’, sino el ‘ser y formar’, mediante la comprensión, el diálogo y la protección.

 

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