Mujeres ‘soyadas’ intercambian saberes
(Bogotá, D.C., 2 de agosto de 2016). Un primer ejercicio de intercambio de saberes adelantaron las mujeres que lideran las plantas procesadoras de soya de los municipios de Mosquera (personas con discapacidad y víctimas del conflicto armado), La Mesa (víctimas del conflicto armado), Soacha (etnia afro) y Facatativá (adultos mayores).
Vale recordar que desde su creación y a lo largo de estos seis años todas ellas han recibido capacitación por parte de entidades nacionales como Organizaciones Solidarias, Sena, Fundaset y Club Rotario.
Gracias a esto, el grupo de mujeres del municipio de La Mesa, liderado por Sandra Milena Parra fueron las primeras en sostener que: “a lo largo de estos años hemos experimentado en nuestras plantas procesadoras de soya muchas recetas por eso actualmente tenemos los conocimientos suficientes para elaborar buenos productos en soya a base de masa y leche”.
Las mujeres cundinamarquesas han aprendido a preparar el fríjol de soya, brindar alimento nutritivo a sus familias, comercializar para sostenerse y donar otro tanto a quienes más lo necesiten en sus poblaciones. Así lo demuestran las tradicionales arepas con queso, el yogurt con fruta natural, la avena cubana, los jamones de soya, la natilla, la hamburguesa y la pizza, entre otros delicias nutritivas, que fueron preparadas en esta jornada de intercambio.
“Elaboramos productos de sal y de dulce; sólidos y líquidos; sin ningún aditivo; comida sana para el mercado competitivo del siglo XXI. Creemos firmemente que ahora resulta necesario hacer procesos diferentes a los realizados en años anteriores. Podemos reunir nuestros saberes y experiencias adquiridas para capacitar a nuevos grupos”, expresó Elsa Jiménez, representante de la planta procesadora de soya de Facatativá.
Por su parte, Martha Vargas, lideresa del grupo en condición de discapacidad de la planta procesadora de Mosquera y en representación de todos los grupos de mujeres, dijo que con el respaldo del gobierno cundinamarqués han llegado lejos, pero que su meta actual es lograr productos unificados que les permita lanzarse como Departamento a un mercado competitivo,
Al final de la jornada, los asistentes degustaron las delicias a base de soya, intercambiaron recetas nuevas y definieron que continuarán adelantando estas capacitaciones que redundarán en beneficio propio y en el fortalecimiento de la Red de mujeres soyadas de Cundinamarca, Cundisoya.
“Con esta primera jornada de intercambio de saberes compartimos nuestras experiencias e historias de vida y afianzamos los lazos de amistad y de cundinamarquesidad. Somos mujeres cabeza de familia, hombres ciegos con toda la vitalidad del mundo, personas en desplazamiento y adultos mayores, que a pesar de los embates de la vida, queremos salir adelante y crecer como un grupo fuerte y unificado”, concluyó Erika Rivera, lideresa de la planta procesadora de Mosquera – casco urbano.
