Guasca


Historia

Guasca en lengua chibcha quiere decir Cercado de Cerros, según el diccionario de Acosta Ortegón. Se llamaba Guasuca que significa bajar, descender; según el padre Lugo y Ezequiel Uricoechea esta palabra traduce "falda de un cerro": Huca, guashuca, guasca, falda de monte, nombre de un pueblo edificado en la falda de un monte... El pueblo indígena de Guasca parece que existió sobre la falda del cerro de Choche.

El actual pueblo fue fundado por el oidor Luis Enríquez en junio de 1600 y repoblado por el oidor Gabriel de Carvajal por auto del 7 de octubre de 1639. En el empadronamiento resultaron 1.049 indios; Era cura doctrinero Fray Agustín de Pedraza, de la orden de Santo Domingo y prior del convento de San Jacinto de Guasca. El 14 de enero de 1758 inició visita el oidor de Aróstegui y Escoto, siendo cura Fray Manuel de Velasco; había 622 indios y 314 tributarios. Por auto final de 18 de enero de 1758 asignó para parcela de la comunidad el Llano de Colorados, para con el beneficio hacer una casa hospital.

El padrón de vecinos, verificados el 17, dio 123 cabezas de familia con 616 personas. En la visita el Fiscal Moreno y Escandón de 16 de febrero de 1779 había 638 indios. Dentro del resguardo vivían 15 blancos, según fray José López del Pulgar, había 174 familias de vecinos con 1.050 personas. Desde 1760 había buena iglesia; en 1860 se le hicieron las reparaciones más serias por el doctor José Joaquín Pinzón.

La antigua iglesia se demolió a comienzos de este siglo y la actual se comenzó con el cura Jerónimo Camacho. Fueron maestros de obra los hermanos Justiniano, Heliodoro y Jesús Osorio. La guerrilla de Guasca se inició el 10 de agosto de 1819 y desde entonces se formó y se reformó, apareciendo y reapareciendo sucesivamente durante 83 años hasta 1902, cuando finalizó la guerra de los mil días. Guasca cuenta con reliquias naturales como el cerro de El Santuario a casi 4.000 metros de altura, donde se realizaban competencias deportivas entre los indios. Las fuentes de agua caliente, termales, sobre la quebrada Montoque.

La capilla de Siecha, pequeña iglesia de tres naves, a cuyo lado están las ruinas del convento dominico. Casa de Teja, del siglo XVIII , la primera de teja de barro que hubo en Guasca, hecha por el encomendero Pedro Tovar y Buendía. La Cruz de los Suplicios, de Piedra, a la que amarraban los indios para azotarlos. Las Lagunas de Siecha, son tres lagunas continuas en el páramo de Guasca de 3.673 metros de altura. Fueron adoratorios de los indios, de allí extrajeron una balsa de 268 gramos de oro representativa de la ceremonia del Dorado, la cual pasó a poder de Salomón Koppel y luego al Museo Real de Berlín.

Hechos Notables

La Laguna de Guatavita es una de las principales atracciones naturales del municipio, ofreciendo un entorno ideal para el ecoturismo y las actividades al aire libre. Esta laguna es un importante refugio de biodiversidad y un espacio de conservación de flora y fauna.

La Iglesia de San Jacinto, construida en el siglo XVIII, es una edificación de gran valor histórico y arquitectónico que se ha convertido en un símbolo del municipio.

Las festividades en honor a San Jacinto incluyen procesiones, eventos culturales y ferias artesanales que atraen a numerosos visitantes cada año.

La riqueza natural de Guasca, con sus montañas y cuerpos de agua, ofrece un entorno perfecto para el ecoturismo y las actividades recreativas en la naturaleza.

La actividad económica del municipio se diversifica con la producción de artesanías locales, especialmente en la elaboración de productos de madera y tejidos, que son muy apreciados en el mercado regional.

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  • Dirección: Cra 2 # 3 - 20 Esquina
  • Horario: Lunes a Jueves de 7:00 am a 5:00 Jornada continua - Viernes de 7:00 am a 4:00 pm
  • Telefóno: (+57) (601) 8245311
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Coro

¡Oh Guasca de paz invencible!

¡Oh campos de madre Bachue!

morir en tu suelo es un sueño

que en mi alma feliz llevaré

que en mi alma feliz llevaré.

I

Puso Dios entre cerros un pueblo

de augusta y febril heredad

que entre montes trenzados con cielo

ha hecho historia de raza cabal.

II

Solitario un páramo altivo

la laguna de Siecha rodeó

dando paso a famosas leyendas

que con oro un indio escribió.

III

laboriosa mano campesina

de la tierra los frutos sembró

y al usar por arado una estrella

la esperanza y la paz cultivó.

IV

Mentes sabias e ilustres maestros

del saber en su cuna arrulló

altruista fue Ospina Rodríguez

presidente de gloria y valor.

V

Bajo el sol de los antepasados

una raza hidalga creció,

dando origen a generaciones

de progreso, coraje y valor.

VI

Enseñanza de lucha y trabajo

llevamos tus hijos al andar

como herencia valiosa y eterna

que orgullosa en el alma estará.

Letra:

Myriam Lucia Rodriguez Díaz.

Música :

Víctor Hugo Mancera Díaz.

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