"La educación artística fomenta la creatividad, la memoria y la identidad. Es crucial promover estas iniciativas, ya que enriquecen la vida de los adultos mayores y potencian el desarrollo personal de los futuros docentes", expresó el profesional en artes, Diego Andrés López.
Durante dos semanas y motivados por un ambiente inclusivo, los participantes abordaron técnicas y materiales de fácil manejo, como el grabado en icopor y la pintura con iconografía local, lo que les permitió explorar aspectos tanto personales como sociales y reflexionar sobre la identidad y la memoria.
“Es crucial promover estas iniciativas, pues la educación artística no solo enriquece la vida de los adultos mayores, sino que también potencia el desarrollo personal de los futuros docentes. Al trabajar juntos creamos un ambiente inclusivo donde todos aprendemos y crecemos”, concluyó López.
A través de esta experiencia, los estudiantes constataron que el arte es una poderosa herramienta de comunicación que favorece su bienestar personal y emocional.