Logo de la Gobernación de Cundinamarca

Historia de Cundinamarca


Martires De Cundinamarca

Del 6 de mayo de 1816, cuando entraron los pacificadores a Santafé, al 8 de agosto de 1819, cuando huyó el Virrey, imperó el llamado Gobierno de la Reconquista, en cabeza de Juan Sámano y el Gral. Pablo Morillo, cuyos nombres simbolizan la "época del terror". Quiso contenerse el grito de independencia del 20 de julio y extinguir la generación que la engendró llevando al patíbulo a sus líderes y creyentes; unos huían a los Llanos del Casanare, otros eran llevados a las cárceles o al destierro, y a otros sus bienes les eran confiscados.

Caían los dirigentes, los ideólogos, lo más florido de la generación de criollos. Pero al tiempo y por doquiera el pueblo se iba levantando, tomando conciencia de libertad de lo que para él significaba políticamente la revolución del 20 de julio. Ya estaban maduras las ideas del movimiento comunero de 1781.

Fueron las mujeres las más exaltadas animadoras, contagiando el alma de los hombres. En el costurero de la ilustre dama doña Andrea Ricaurte de Lozano se forjaban los planes revolucionarios, así nacía la gesta patriótica de 1817, pues en esta casa se reunían los que fueron los líderes de Cundinamarca y el Socorro. Fue aquí donde Policarpa Salavarrieta libró su campaña, daba consejos, buscaba hombres para vestirlos de soldados y enviarlos a Casanare, donde los esperaba Francisco de Paula Santander.

  • En Machetá, los hermanos Ambrosio y Vicente Almeyda.
  • En Guachetá, los hermanos Miguel y Manuel Rodríguez y Juana Rodríguez.
  • En Suesca, J. Rafael Olaya.
  • En La Mesa, José Antonio Olaya, con el Coronel José Ignacio Rodríguez "El Mosca", quien después se marchó para el Valle de Neiva.

Estos movimientos mantuvieron en jaque al ejército Español de 1817 a 1819, disminuyeron sus efectivos de combate, y a partir del 8 de agosto de este año se lanzaron en persecución de los restos del Ejército Realista para impedir su reagrupamiento.

Entre los mártires cundinamarqueses figuran los siguientes:

  • Chocontá: Bibiana Talero, de Zipaquirá, fusilada el 21 de noviembre de 1817, Javier Roa, de Tenza, Nicolás Acosta Berbeo, José Garzón de Santafé, Ambrosio Perrilla de Guateque, fusilados el 22 de noviembre del mismo año; Joaquín Cordero, José María Cordero, Aniceto Cuevas, de Lenguazaque, José Domingo Araos y Leonardo Cuervo el 23; Fernando Mendoza, el 24.
  • Facatativá: Mariano y Joaquín Grillo, el 31 de agosto de 1816.
  • Gachetá: Manuel Salvador Díaz, en Santafé, noviembre 14 de 1817. Guachetá: Victorino Valbuena, en Chita el 28 de diciembre de 1816.
  • Guaduas: Policarpa Salavarrieta, "La Pola", en Santafé el 14 de noviembre de 1817.
  • Villapinzón: Leonardo Cuervo, en Chocontá el 23 de noviembre de 1817.
  • La Mesa: Francisco Julián Olaya, y Andrés Quijano, octubre 7 de 1816.
  • Lenguazaque: Aniceto Cuevas, en Chocontá, el 23 de noviembre de 1817. Machetá: Candelaria Forero, José Antonio Barahona y María Josefa Esguerra, de Zipaquirá noviembre 26 de 1817; Ignacio BIas Ramírez el día 27; Diego Galarza, el día 28; Cayetano Antonio Bohórquez, en Santafé el 2 de marzo de 1819.
  • Medina: Florentino Méndez, en enero de 1817, Gregorio Alfonso, de Somondoco en marzo de 1818.
  • Nemocón: Micaela Nieto y Custodio del Busto noviembre 19 de 1817.
  • Pacho: Juan Molano y Francisco Vega julio 8 de 1819.
  • Sopó: José Chunza, en la Cabuya de Gachalá en 1818.
  • Subachoque: José María Avellaneda, en El Santuario el 2 de noviembre de 1817.
  • Susa: Antonio Castañeda, en Zapatoca enero de 1819.
  • Tabio: Luis Sarache, en Zipaquirá agosto 3 de 1816.
  • Tibirita: Fermín Mateos noviembre 26; Remigia Cuesta, diciembre 2 de 1817. Sebastián Carranza, diciembre I de 1817; Enrique Ruiz, en Santafé, abril 18 de n1818; Nepomuceno Carranza, en Zipaquirá, agosto 3 de 1816.
  • Ubaté: José Galeano y Victorino Murcia, en Santafé, el 26 de mayo de 1818.
  • Zipaquirá: Agustín Zapata, José Luis Gómez, Juan Nepomuceno Quiguarana José María Riaño Cortés, Francisco Carate, de Cogua; Luis Sarache; Ramón Forero, en Santafé el 19 de diciembre de1817; Juan Ignacio Casas, en Chima, diciembre 15 de 1818, Francisco Peña en Ocaña, marzo 09de 1816 Nepomuceno Carranza, Juan Evangelista Valdés, Juan lo Bautista Contreras y María Josefa el 3 de agosto de 1816.
  • Hubo otros mártires que fueron fusilados sin previo juicio y sin dejar testimonio. Entre ellos Remigio Torres de Lobo y su hermano Agustín fusilados en 1817.
  • Juan José Guanche fusilado el 15 diciembre de 1818 en el camino en Villeta y Guaduas; José Ramón Fuentes fusilado en Puerto Cabello.

De los confinados muchos perecieron en el destierro, como ocurrió en casi todos los que mandaron a la Costa de Veraguas o Chagres (Panamá).

Las mujeres santafereñas, que desterraban a los pueblos de Cundinamarca llevándolas a pie, casi descalzas, sometidas a ultrajes y padecimientos y por último los que morían en la cárcel. Entre ellos Felipe Bolívar, de Tocaima y Jerónimo Díaz de Fusagasugá, en Santafé el 26 de diciembre de 1816 al cabo de 8 meses de prisión.

Los pueblos de la Provincia de Cundinamarca; al escuchar el grito revolucionario del 20 de julio se pusieron a órdenes de la Junta Suprema de Santafé formaron contingentes de hombres comandados por curas y alcaldes patriotas que a caballo marcharon a la capital cuya plaza venían a celebrar su primer encuentro democrático.

Con estos voluntarios y los de Santafé, se f0rmó el 23 de julio el primer ejército patriota llamado "Voluntarios de Guardias' Nacionales", subdividido en compañías.

Luego de servir al Presidente de Cundinamarca Don Antonio Nariño, unos marcharon a la Provincia de Tunja y el Socorro, donde aliados con los Federalistas se volvieron contra Santafé, protagonizando las primeras batallas de la Independencia.

En 1813 Nariño emprendió la campaña libertadora de las Provincias del Sur, llevando en su ejército 1.200 hombres cundinamarqueses. Otros fueron a la campaña del Norte y Venezuela, se coronaron de gloria en Bárbula, San Mateo, y un centenar de batallas de la Independencia.

Entre 1816 y 1817 otros huyeron a los Llanos de Casanare batiéndose en retirada. En 1820 un nuevo contingente de Cundinamarqueses y granadinos van a libertar a Venezuela y otros a las Provincias de Popayán, Pasto, Quito y Perú, jornada que terminó en 1824 en Ayacucho y en 1826 en la toma final del puerto peruano el Callao. El aporte de Cundinamarca a la Independencia de Colombia, Venezuela, Quito, Perú y Alto Perú (Bolivia), fue constante desde 1810 hasta 1824. Los capitanes de milicias recIutaban voluntarios para mandados a los campos de batalla. Los soldados granadinos no llegaron a Generales porque muchos murieron muy jóvenes se convirtieron muy pronto en héroes y mártires, en tanto que los Venezolanos eran los agraciados con el título, no obstante diez cundinamarqueses llegaron a estos grados, son ellos:

  • De Chocontá: Coronel Fray Ignacio Mariño y Capitán Benedicto Triana

  • De Fusagasugá: Teniente Gabriel Díaz Aya.

  • De Guatavita: Coronel José Ignacio Rodríguez

  • De La Mesa: Capitán Carlos Lee.

  • De Manta: Capitán Pedro Bernal.

  • De Zipaquirá Coronel José María González, sargento mayor Pedro Peña, coronel Camilo Peña y coronel Rafael Peña.

  • Hubo otros como el coronel Joaquín Acosta, de Guaduas, quien fue científico e intelectual del ejército.

 

Guerras Civiles En Cundinamarca

Las guerras civiles del siglo pasado fueron el gran estimulante de los partidos tradicionales liberal y conservador. La rivalidad entre los partidarios de Bolívar, que querían llevarlo al poder, y los santanderistas, apoyados por el Gobierno del presidente Joaquín Mosquera, posesionado el 13 de junio de 1830 y a quien como vicepresidente reemplazó el general Domingo Caicedo el 1 de agosto, provocó la insurgencia de las gentes de varios pueblos de la Sabana, principalmente Funza y Cajicá, azuzadas por sus párrocos, y el alzamiento del batallón Callao en Gachancipá el 11 de agosto, fuerza que fue enviada a Tunja; pero al llegar a Gachancipá el día anterior la detuvieron los insurrectos y los convencieron para volverse contra el Gobierno. Días luego hubo combates en Zipaquirá y Chía y el 28 siguiente ocuparon a Bogotá, pidiendo el retorno del Libertador. La víspera los constitucionalistas fueron derrotados en el combate del Cerrito del Santuario, cerca a Funza. Mientras tanto, habiendo sido depuesto el Gobierno de Mosquera y Caicedo, encargaron del poder al general Rafael Urdaneta, quien se proclamó dictador el 5 de septiembre, apoyado por los militares venezolanos. Esta situación concluyó con la entrevista de delegados de ambos bandos celebrada en Peñalisa en abril de 1831 y el tratado de Juntas de Apulo firmado el 28, en virtud del cual se restableció el Gobierno Constitucional.

Conspiración de Sardá, 1833: En prevención de un complot contra el Gobierno del general Santander en julio de 1833, éste ordenó al Gobernador de la Provincia de Bogotá doctor Rufino Cuervo tomar las medidas pertinentes, y entre tanto, el día 23 se hizo reconocer de la guarnición de Bogotá y ordenó el apresamiento de varios oficiales comprometidos con el jefe del complot José Sarda, español, veterano de la guerra de Independencia en favor de los patriotas; quien huyó a Tunja.

Los conspiradores tenían sus aliados en Fontibón, Usaquén, Tocancipá, Gachancipá, Chía, Sopó, Tenjo, Ubaté, Subachoque y Guasca.

Sarda fue apresado en Tunja, y traído a Bogotá se le dictó sentencia de muerte el 26 de septiembre del año siguiente, pero se fugó el 12 de octubre, ocultándose en una casa vecina al Palacio Arzobispal donde fue descubierto y muerto a balazos por los tenientes Ignacio Torrente y Pedro Ortiz el 22. Revolución de 1840: El general Domingo Caicedo como vicepresidente encargado del poder del 5 de octubre al 19 de noviembre de 1840 por ausencia del titular Dr. José Ignacio Márquez, afrontó pocos días después de su posesión el avance de las tropas revolucionarias que procedentes del norte marchaban hacia la capital al mando del coronel Juan José Reyes Patria y el comandante Antonio Samper. El Gobierno organizó una pequeña tropa al mando del coronel Juan José Neira, quien los combatió con éxito en el sitio de Buenavista, cerca de Cota. Esta fue la "Revolución de los Supremos", iniciada en el sur, por el general José María Obando, secundado por otros caudillos en el norte los cuales se pronunciaron con el nombre de "Jefes Supremos."

Alzamiento de 1851: Bajo la presidencia de José Hilario López se inició la época de las grandes reformas democráticas El naciente partido Conservador, resentido por su derrota electoral del 7 de marzo de 1849, preparaba la revolución, que debía estallar en Bogotá del 20 al 25 de junio de 1851, pero fue aplazada para el 20 de julio. El 18 de este mes el jefe político de Facatativá, cayó de sorpresa sobre la hacienda "Corito", donde estaba José María Ardila, de quien se sospechaba; y allí tenía 25 hombres armados, con los cuales rechazó a la autoridad. Simultáneamente se pronunció en Guasca el jefe conservador Pastor Ospina Rodríguez, quien allí esperaba a su hermano Mariano. Fueron descubiertos en Bogotá por los de la Republicana y apresados junto con otros cabecillas el día 30, con lo cual se frustró el intento.

Revolución de 1854: La revolución Constitucionalista que estalló el 17 de abril de 1854 contra el dictador José María Melo, al derrocar éste al Gobierno del presidente José María Obando, tuvo como jefe al segundo designado general Tomás Herrera, quien el día 21 en Chocontá asumió el mando provisionalmente en sustitución del primer designado José de Obaldía. Cundinamarca fue el principal centro de la revolución y Chocontá el pueblo donde oficialmente se proclamó al asumir el general Herrera la presidencia y formar el primer ejército. En su afán de proveerse de recursos el dictador impuso en Bogotá fuertes contribuciones y su Jefe de Policía Manuel Góngora de Córdoba se dedicó a saquear las haciendas de la sabana, especialmente las de Funza, lo que motivó el alzamiento del hacendado coronel José María Ardila, quien al mando de una pequeña fuerza el 9 de mayo atacó y derrotó a una compañía Melista posesionada en esta plaza. Esta victoria sirvió de base para aumentar la guerrilla, al frente de la cual Ardila se convirtió en temible adversario de los dictatoriales.

Los primeros combates grandes contra los dictadores fueron en Zipaquirá y Tíquisa del 20 al 21 de mayo. Caído el Gobernador de la Provincia de Zipaquirá, don José María Coronado a comienzos de enero de este año, asumió el mando militar el coronel Manuel Jiménez y la Gobernación don Celestino Durán, quienes concentraron una fuerza de 900 hombres aumentada con los; presos de las cárceles de Chocontá y Ubaté llegados el día 19, día en que los ejércitos constitucionales se reunían en Nemocón en número de 2.557 al mando del presidente Tomás Herrera y del comandante general Manuel María Franco. En Nemocón acordaron atacar la columna de Jiménez si salía a campo abierto o se marchaba hacia el occidente a reunirse con los generales Joaquín París, Arboleda, López, y Diago. El 20, Melo marchó a Zipaquirá con 600 hombres. Franco atacó a Zipaquirá y fue muerto por las fuerzas de Jiménez, pero éstas salieron derrotadas al ser atacadas por el general Herrera, quien luego marchó a Ibagué y la eregió como Capital Provincial y el 5 de agosto entregó el mando al primer designado general José de Obaldía.

Las tropas legitimistas fueron derrotando de pueblo en pueblo a las dictatoriales y a fines del año se concentraron en Bogotá y dieron la última batalla en las propias calles de la ciudad el 4 de diciembre, acción en la que murió el general Herrera.

La Revolución de 1860-1861: La revolución Liberal de 1860-1861 del general Tomás Cipriano de Mosquera, tuvo origen en el sectarismo del general Mariano Ospina Rodríguez, elegido en competencia con el mismo Mosquera, quien como Gobernador del Estado del Cauca, no perdonaba su derrota en la Confederación Granadina creada en 1858. Las fuerzas del general Mosquera estaban acantonadas en Ambalema y Honda buscando pasar a Cundinamarca. Los gobiernistas, al mando del coronel Pedro Gutiérrez Lee, los seguían de cerca y tuvieron un encuentro en La Barrigona, cerca de Cambao y fueron derrotados por las fuerzas revolucionarias el 2 de marzo de 1860.

Posteriormente el general Mosquera firmó un armisticio en la quebrada de Chaguaní; sin embargo aprovechó la tregua para avanzar con las tropas hacia la sabana de Bogotá, favorecido por el clima político que produjo el cambio de Gobierno al entregar el mando el general Ospina Rodríguez a don Bartolomé Calvo, por vencimiento del período.

Siguen los combates, y el día 29 en el sitio El Rosal fue muerto el general José María Obando; la guerra se extendió a diferentes sitios y luego de encarnizados combates triunfó el general y tomó presos a Ospina, el presidente Calvo y otros, a quienes desterró.

Posteriormente en 1863, 1865 y 1867 hubo algunas escaramuzas y alzamientos principalmente ocasionados por la guerrilla de Guasca; pero fueron dominados por las fuerzas del orden.

En 1868 fue el doctor Ignacio Gutiérrez Vergara, quien era presidente del Estado de Cundinamarca, se alzó contra el presidente de la República general Santos Gutiérrez; pero fue destituido por el presidente y tomado preso y posteriormente indultado por su estado de salud.

En 1870 hubo un levantamiento protagonizado por Julio Barriga Villa y Cornelio Manrique, que terminó con la renuncia del general Briceño, gobernador de Cundinamarca y la proclamación de Cornelio Manrique como su sucesor.

La guerrilla de Guasca se organizó en 1876 por Manuel Briceño, y luego de varios combates fue derrotada el 23 de enero de 1877 en La Donjuana

Otra guerrilla organizada fue la de los Mochuelos formada por jóvenes bogotanos entre quienes figuraban Alejandro Posada y Carlos Martínez Silva, también fue derrotada por el Gobierno y se entregaron el 25 de abril de 1877 al general Wenceslao Ibáñez y don Salvador Camacho Roldán.

La Revolución de 1885: Fue proclamada el 24 de septiembre de 1884 en Mosquera por los radicales de Cundinamarca comandados por los generales Ricardo Gaitán Obeso y Manuel E Navarrete, contra el partido liberal independiente que presidía el general Daniel Aldana quien posteriormente se les unió. Esta revolución fue vencida en la costa.

El presidente Núñez destituyó al general; Aldana. El Estado de Cundinamarca por decreto 769 de noviembre 7 de 1885 fue suprimido y transformado en Distrito, Federal. Esta revolución terminó con la batalla de La Humareda el 17 de junio de 1855.

En 1895 hubo otra revolución contra el presidente Miguel Antonio Caro, el principal caudillo fue el general Siervo Sarmiento y uno de sus jefes intelectuales el doctor Nemesio Camacho. Fue derrotado por el general Rafael Reyes y firmó el tratado de Chumbamuy el 9 de febrero de 1895.
La guerra de los Mil Días: Fue la más trascendental y la última de las guerras civiles, al mismo tiempo la más encarnizada contra la hegemonía conservadora que en 1899 imperaba. A esta revolución se le ha atribuido la pérdida de Panamá en 1903. Comenzó el 18 de octubre de 1899 en el sur del departamento de Santander, y terminó con el tratado de "Wisconsin" en Panamá el 21 de noviembre de 1902.

El combate más grande que se libró en Cundinamarca tuvo lugar en el Alto de San Miguel cerca de Quetame el 19 de marzo de 1902. El caudillo más importante fue el general Cesáreo Pulido, oriundo de La Mesa. Las provincias más combatientes fueron las de Tequendama y Sumapaz donde se organizaron grandes ejércitos, la guerra en esta zona terminó con el Tratado de Liberia, suscrito en la hacienda Liberia, municipio de Viotá, el 25 de agosto de 1902, entre los comandantes Aurelio Mazuera y Antonio Morales V., y representantes del Gobierno mediante el cual se entregaban las armas a cambio de tener libertad de expresión e inviolabilidad de la vida humana.

Esta contienda definió los partidos tradicionales.

 NOMBRE DEL DEPARTAMENTO.

El nombre del actual departamento de Cundinamarca parece ser una deformación de las palabras CUNDI-RAMARCA, o más propiamente, y CUNTINAMARCA, palabras que tienen su origen en la lengua Aymará, propia de los primitivos habitantes del Perú y Bolivia.

Fundada la ciudad de Santafe el 6 de agosto de 1538, el nombre de Cundinamarca fue sustituido por el de Nuevo Reino de Granada, que los españoles de Jiménez de Quesada dieron a la Región Andina por ellos conquistada en la altiplanicie.

Por Constitución del 4 de abril de 1811, don Jorge Tadeo Lozano, quien redactó y presentó al Colegio Electoral Constituyente, dio el nombre de Constitución para el "Reino de Cundinamarca", votada el 30 de marzo, sancionada el 4 de abril por el mismo Lozano como presidente del Estado.

El 17 de abril de 1812 se convirtió en la República de Cundinamarca, la cual absorbida por el Gobierno Federalista a raíz de su derrota el 12 de diciembre de 1814 quedó reducida a Provincia. Al llegar el Gobierno de la Reconquista el 6 de mayo de 1816 desaparecieron el Gobierno Revolucionario y el nombre de Cundinamarca, y se restableció la antigua provincia de Santafé.
Al constituirse la República de la Gran Colombia el 17 de diciembre de 1819, el territorio del Nuevo Reino de Granada, con las provincias que le eran anexas, se convirtió en uno de los tres departamentos en que se dividió la naciente República, al que se le dio el nombre de Cundinamarca.

El nombre Cundinamarca como denominación del país fue ratificado por la Constitución de Cúcuta de 30 de agosto de 1821, sancionada el 6 de octubre, que creó la República de Colombia. Por ley de 8 de octubre del mismo año se dividió en siete departamentos, uno de ellos el de Cundinamarca, comprendido por las provincias de Bogotá, Antioquia, Mariquita y Neiva.

Por la Constitución de 5 de mayo de 1830, votada el 29 de abril, se reconstituyó la República. Caída la Gran Colombia, y convocado un nuevo Congreso para organizar el país independientemente de Venezuela, Quito y las posesiones portuguesas del Brasil, por ley de 21 de noviembre de 1831, las provincias del centro conformaron el Estado de Nueva Granada.

En la Constitución de 1830 ya no aparece el nombre de Cundinamarca, cuyo antiguo territorio quedó bajo la denominación de provincia de Bogotá.

Renació otra vez por decreto legislativo de 6 de mayo de 1852, que subdividió aquella en 4 provincias: Cundinamarca con Capital Chocontá, Zipaquirá, Tequendama y Bogotá.

Por ley de 24 de mayo de 1855 se reconstituyó con vigencia a partir del 15 de octubre del mismo año la antigua provincia de Bogotá formada por las anteriores de Bogotá, Cundinamarca, Tequendama y Zipaquirá

El nombre de Cundinamarca se afianzó y amplió como denominación territorial por ley de 15 de junio de 1857 que creó el Estado Federal de Cundinamarca, cuya vida jurídica inició el 16 de septiembre siguiente, integrado por las provincias de Mariquita, Bogotá y Neiva.

Cundinamarca fue Estado Soberano hasta el 7 de noviembre de 1885, cuando se transformó en Distrito Federal.

Por la Constitución del 5 de agosto de 1886 resucitó como Departamento. Por ley 46 del 29 de abril de 1905 se subdividió en los departamentos de Quesada, con capital Zipaquirá, y Cundinamarca con capital Facatativá, vigentes del 15 de junio de este año al 30 de abril de 1910, año en que se restableció el antiguo Cundinamarca por acto legislativo No. 3 de 31 de octubre, que revivió la Constitución del 86.

La integridad territorial del nuevo Cundinamarca fue afectada por el decreto legislativo 3640 del 17 de diciembre de 1954, que le segregó a su capital Bogotá y los municipios de Usme, Bosa, Usaquén, Fontibón, Engativá y Suba, para formar el Distrito Especial de Bogotá con vigencia a partir del 1 de enero de 1955.
Resumiendo, tenemos que el nombre de Cundinamarca ha regido durante los siguientes períodos: desde tiempos prehistóricos hasta el 6 de agosto de 1538 cuando se fundó la ciudad de Santafé de Bogotá y se dio al territorio el de Nuevo Reino de Granada; del 4 de abril de 1811 al 6 de mayo de 1816; del 17 de diciembre de 1819 a15 de mayo de 1830; del 6 de mayo de 1852 al 15 de octubre de 1855; del 15 de junio de 1857 al 7 de noviembre de 1885; y del 5 de agosto de 1886 a hoy.

DESCUBRIMIENTO: El territorio de Cundinamarca fue descubierto por las expediciones de tres conquistadores: Gonzalo Jiménez de Quesada por el norte, Nicolás de Federmán por el sureste y Sebastián de Belalcázar por el suroeste.

El primero en llegar a la sabana Chibcha fue don Gonzalo Jiménez de Quesada, procedente de Santa Marta, de donde salió el 4 de abril de 1536, llegó a Guachetá el 12 de marzo de 1537. De allí siguieron el día 13 a Lenguazaque, donde fueron ofrendados con mantas, oro, esmeraldas y frutos de la tierra. Luego llegaron a Cucunubá y el día 14 a Suesuca (Suesca), "desde cuyas alturas descubrieron la Sabana de Bogotá"

De Suesca salieron el 22 de marzo en dirección a Nemocón; después de librar varios ataques, Quesada pasó por el pueblo de Zipaquirá para encontrarse con su vanguardia en Busongote, lugar en el que permanecieron hasta el 24 de marzo, día en que salieron para Chía.

El 5 de abril llegaron a Suba y Tuna. De Suba pasando por los pantanos de Engativá, marcharon rumbo a la corte del Zipa, a Bacatá, Muequetá o Funza, a donde llegaron el día 20, en busca del gran Zipa Tisquesuza y sus tesoros. Terminó allí una jornada mil veces heroica, de más de un año y de un recorrido de 1.117 Km, increible y legendaria, colmada de padecimientos, hazañas y glorias que sólo la fe de aquellos hombres pudo vencer y coronar.

En Funza permanecieron un mes, bajo frecuentes ataques de los indios y preocupados del paradero de Tisquesuza. Entre tanto, Quesada mandó dos expediciones a descubrir las tierras Panches o del Sur-Occidente. Juan de Céspedes fue hacia el sur, llegando hasta Fosca, de donde pasó a Pasca y de aquí a Tibacuy, lugar en el que se encontró con Juan de San Martín, quien habiendo salido hacia el occidente por Tena pronto hubo de volver, siendo nuevamente mandado con refuerzos para ir en busca de su compañero. Luego reunidos regresaron por la vía de La Mesa.

Otra expedición marchó hacia el nordeste pasando por Teusacá y Guasca, Guatavitá y Chocontá. Finalmente Quesada estableció su cuartel en Bosa, y de aquí pasó al sitio de Teusaquillo, donde fundó la ciudad de Santafé el 6 de agosto de 1538 y oficialmente el 27 abril de 1539.

El segundo gran descubridor de tierras de Cundinamarca fue don Sebastián de Belalcázar, quien a comienzos de 1539, tal vez por el mes de marzo, procedente de Neiva y siguiendo el camino de los indios, acampó a la otra orilla del Magdalena, por ahí frente a Guataquí, de lo cual los Panches amigos le dieron aviso a Quesada, quien de inmediato mandó a su hermano Hernán Pérez a informarse y detenerlo mientras se sabían sus intenciones.

Por esos mismos días apareció un tercer descubridor, don Nicolás de Federmán, quien procedente de Venezuela entró por los Llanos Orientales, pasando por el río Sáname y el pueblo de Fosca Informado Quesada de que Belalcázar reconocía su dominio en el Nuevo Reino le permitió su avance hacia Santafé, y mientras se concertaba la entrevista tripartita Federmán permaneció en Pasca y Belalcázar en Tibacuy.

DECLARACION DE INDEPENDENCIA DE CUNDINAMARCA: Algunos historiadores consideran que la verdadera Acta de Independencia de Colombia no fue la del 20 de julio de 1810 sino la de Cundinamarca del 16 de julio de 1813, por cuanto aquella proclamó la independencia no del Rey de España sino del Gobierno Francés que lo depuso, y además lo invitaba a que viniese a gobernar estos pueblos; es decir, fue una independencia condicionada en la que no se hacía ningún rompimiento con el gobierno de España.

En cambio la de 1813 o de Cundinamarca sí fue una proclamación de independencia absoluta, puesto que decía "de hoy en adelante, Cundinamarca es un estadd libre e independiente, que queda separado para siempre de la Corona y Gobierno de España y de toda otra autoridad que no emane inmediatamente del pueblo o de sus representantes..."

Lo anterior fue ratificado de hecho y de derecho por el mismo Antonio Nariño disponer la destrucción física, simbólica y legal de las insignias españolas y su sustitución por las de la República d Cundinamarca.

Seleccione esta opción como atajo para volver al inicio de esta página.