(Cundinamarca, julio 21 de 2025). La biodiversidad acuática del río Magdalena, vital para el desarrollo económico y social de las comunidades ribereñas, recibe un nuevo impulso con el proyecto “Repoblamientos para el Futuro del Río”, liderado por la Secretaría del Agrocampesinado de Cundinamarca.
Durante 2024, se realizaron 15 repoblamientos multiespecie, que permitieron la siembra de 81.000 alevinos en el municipio de Guaduas: 65.000 bagres rayados, 15.000 bocachicos y 1.000 nicuros. Además, en articulación con la AUNAP, se apoyó la siembra de 160.000 alevinos en Ricaurte y Girardot, acompañada de jornadas de capacitación en Buenas Prácticas de Pesca Artesanal para las comunidades locales.
Este 2025, como símbolo de apropiación cultural y reconocimiento al trabajo histórico de las comunidades pesqueras, se celebró el Día de la Pesca Deportiva, Recreativa, Artesanal y de Subsistencia en Puerto Salgar, con una siembra simbólica de 55.000 bocachicos y la entrega de reconocimientos a pescadores destacados.
“Con este proyecto estamos garantizando la biodiversidad acuática, generando ingresos para los pescadores y fortaleciendo la seguridad alimentaria en Cundinamarca”, afirmó Marcos Barreto, secretario del Agrocampesinado.
La estrategia no solo contempla la recuperación de especies nativas, sino también la entrega de kits productivos en municipios como Nariño, que incluyen canoas, motores fuera de borda, refrigeradores y otros elementos esenciales para mejorar la pesca artesanal y la cadena productiva.
El impacto de la pesca y la acuicultura es estratégico para el desarrollo regional. Según cifras del departamento, las actividades del campo (agricultura, ganadería, pesca, silvicultura y caza) representan el 10,2% del valor agregado del sector productivo, con un aporte directo de 1 punto porcentual al crecimiento económico regional.
Gracias a su riqueza hídrica y condiciones climáticas, Cundinamarca consolida un modelo de piscicultura sostenible, que protege los recursos naturales, genera empleo y mejora la calidad de vida de las familias ribereñas en municipios como Girardot, Nariño, Guataquí, Beltrán, San Juan de Río Seco, Chaguaní, Guaduas y Puerto Salgar.