(Cundinamarca, 11 de agosto de 2025). Entre el verde intenso de las montañas cundinamarquesas y un clima fresco que ronda los 14 °C, Tabio recibe a sus visitantes con fachadas coloniales, aroma a café recién molido y la tranquilidad de un pueblo que cuida su identidad. Fundado en 1603 y reconocido como el primer “municipio verde” de Colombia, este rincón combina tradición y naturaleza en cada una de sus experiencias.
Uno de sus mayores atractivos es la Peña de Juaica, un imponente mirador natural que comparten los municipios de Tabio y Tenjo. Rodeada de leyendas muiscas, es ideal para caminatas de mediana exigencia y observación de aves. Desde la cima, el valle se despliega en un mosaico de cultivos y casas rurales. Para quienes buscan bienestar, las Aguas Termales El Zipa ofrecen piscinas naturales de alta temperatura, reconocidas por sus propiedades relajantes y terapéuticas.
El centro histórico invita a recorrer calles empedradas donde destacan la Iglesia Santa Bárbara y pequeñas plazas llenas de flores. Aquí, la gastronomía local es protagonista: tamal de calabaza, fritanga, postres de fresa con crema y merengón se encuentran en restaurantes y fondas tradicionales. Algunos alojamientos ofrecen experiencias gastronómicas que incluyen productos cultivados en la zona.
La artesanía es otro de sus tesoros. Talleres familiares producen cerámicas pintadas a mano, tejidos y piezas en madera que reflejan la identidad cultural del municipio. Muchas de estas se pueden adquirir directamente en las casas-taller, conversando con sus creadores.
Para los amantes de las actividades al aire libre, Tabio cuenta con rutas para ciclismo de montaña y de ruta, senderos como el Tisquesusa Trail, cabalgatas y paseos ecológicos guiados. El Jardín Botánico de Tabio, de entrada gratuita, es un espacio perfecto para recorrer en familia y conocer especies nativas.
Con acceso por vías en buen estado y variedad de hospedajes rurales, glamping y zonas de camping, Tabio es una escapada perfecta para un día o un fin de semana. Un lugar donde el agua, las montañas y la tradición se encuentran a solo 45 kilómetros de Bogotá.