(Cundinamarca, 21 de mayo de 2025). La temporada de lluvias ha superado los promedios históricos, desencadenando una crisis departamental sin precedentes. Este comportamiento climático extremo ha generado más de 80 emergencias activas y ha afectado al menos 75 municipios, entre ellos Puerto Salgar, Ricaurte, Tocaima, Sasaima, Villeta, Cáqueza, Viotá y algunos de la provincia de Rionegro.
Se estima que más de 2.200 familias han resultado damnificadas, varias de ellas con pérdida parcial o total de sus viviendas.
En zonas como Simijaca, el 20 % del territorio presenta inundaciones. En Cajicá, más de 50 familias fueron afectadas por lluvias intensas. En Viotá, corrientes súbitas ingresaron al casco urbano colapsando el sistema de alcantarillado. En municipios como Ricaurte y Cáqueza, se trabaja en evacuación de aguas y estabilización de infraestructura.
La Gobernación de Cundinamarca declaró la calamidad pública y lidera la Evaluación de Daños y Análisis de Necesidades (EDAN) en todo el territorio. En casos críticos, como la pérdida de vivienda por socavación de bases, ya se coordinan procesos de reubicación con las administraciones municipales.
“Nuestra capacidad operativa ha llegado al límite. Hoy tenemos más de 50 frentes activos con maquinaria trabajando en todo el departamento. Por eso hemos solicitado a la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo una respuesta inmediata y contundente para estabilizar puentes, recuperar vías y garantizar atención integral a las familias afectadas. Esta emergencia requiere del compromiso de todos los niveles del Estado,” señaló el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey Ángel.
Se reitera el llamado a activar los planes municipales de gestión del riesgo y las estrategias municipales de respuesta a emergencias y desastres y a reforzarlas labores de prevención comunitaria. También se invita a la ciudadanía a no arrojar residuos en canales y quebradas, realizar limpiezas en techos y bajantes, y reportar cualquier cambio en los niveles de ríos o quebradas.
El IDEAM ha advertido que la temporada de lluvias continuará hasta finales de junio, con un 20% de incremento sobre los promedios normales. El departamento se mantiene en alerta permanente.