(Cundinamarca, 17 de junio de 2022). Con el fin de concientizar a la ciudadanía frente a la problemática del trabajo infantil e implementar acciones para que los menores, bajo ninguna circunstancia, se vean en la necesidad de laborar, la Gobernación de Cundinamarca lideró el conversatorio ‘Escuchemos a los niños, niñas y adolescentes’.
Esta actividad, convocada por la Secretaría Departamental de Desarrollo e Inclusión Social, se efectuó en el Centro Día del Municipio de Funza, en la conmemoración del Día Mundial Contra el Trabajo Infantil.
La titular de ese despacho, Hermelinda López de Pardo, dijo que, “se realizó este conversatorio entre niños, niñas y adolescentes de las Mesas de Participación de varios municipios, para que interactuaran con diferentes estamentos y conocieran acciones destinadas a prevenir el trabajo infantil. Esperamos que ellos se conviertan en voceros y hagan masivo este mensaje, que hace parte de la política pública de infancia y adolescencia de Cundinamarca Región que Progresa”.
Actividad riesgosa
Al encuentro asistieron funcionarios de la Administración Municipal de Funza, Mesa Departamental de Participación de Niños, Niñas y Adolescentes y representantes del Ministerio de Trabajo y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
También se vinculó a esta actividad la Organización Internacional de Trabajo (OIT Andina), que hace parte de las estrategias ‘Cundinamarca aprende jugando’ y ‘Dejemos a los niños ser niños’, que promueven los derechos los menores de los 116 municipios del departamento, a través de la prevención de todo riesgo físico o psicosocial.
Ana Manrique, representante de la OIT Andina, expresó que el trabajo infantil se define como “toda actividad remunerada o no remunerada que, por su duración y complejidad, se vuelve riesgosa física o psicológicamente para los menores, vulnerando sus derechos al no permitirles acceder a la educación, la recreación y el deporte, afectando su desarrollo integral”.
La pandemia afectó la educación
Entre las conclusiones del evento se destacó que a raíz de la pandemia del Covid-19 muchas familias, principalmente en países en vías de desarrollo, se vieron en la necesidad de buscar alternativas económicas y de ocupación del tiempo, afectando mundialmente el acceso a la educación de los menores.
Además, se dijo que, aunque Colombia y Cundinamarca son referentes latinoamericanos en la implementación de políticas públicas de prevención de trabajo infantil, como el Modelo de Identificación del Riesgo de Trabajo Infantil (MIRTI), se considera que la gestión de las organizaciones departamentales para garantizar el acceso total a la educación, es apenas el paso inicial para la total erradicación del trabajo infantil.
